sábado, 20 de octubre de 2018

#Cali El alumbrado público estará a cargo de más de un contratista.



Uno se encargaría de la compra de luminarias, y otro, de la operación y del mantenimiento.
Las directivas de las Empresas Municipales de Cali (Emcali)reorientaron el plan para la prestación del servicio del alumbrado público, es decir, el manejo de las 165.000 luminarias por el cual, la ciudadanía paga un impuesto.
El gerente general de Emcali, el ingeniero Gustavo Jaramillo, dijo que la empresa prepara un proceso licitatorio en el que divide en dos la contratación del sistema.
Señaló que habrá un contrato para la compra de luminarias, y otra contratación para la operación y mantenimiento del sistema. Según el gerente, estas salidas le darían a Emcali la posibilidad de tener más oferentes y con experiencia en cada proceso.
En la actualidad, Megaproyectos es la firma privada que durante casi 20 años ha venido operando el alumbrado público y el contrato de concesión finalizaba en diciembre de 2017. No obstante, hubo una prórroga hasta junio de este 2018. Luego, Emcali, con el alcalde de la ciudad, Maurice Armitage, a la cabeza de la junta directiva, decidió que Megaproyectos seguía hasta diciembre de este año.
Sin embargo, como lo dijo el gerente Jaramillo, aunque el contrato con Megaproyectos está para finalizar en diciembre de este año, el proceso licitatorio más el empalme toma unos seis meses más. Es así, añadió el funcionario, que el alcalde Armitage y su Administración tomaron la decisión de aplazar este proceso de contratación y empalme, abarcando el primer semestre de 2019.
De acuerdo con el ingeniero Jaramillo, se busca continuar con el cambio de luminarias y la instalación de nuevas líneas para darle prioridad al tema de seguridad en la ciudad. Anotó que el proceso licitatorio para las dos contrataciones en mente, tanto para compra de luminarias, como operación y mantenimiento de las mismas, se publicaría en enero para llevar a cabo la adjudicación en marzo de 2019.
El Alcalde y el gerente general de Emcali esperan que las empresas que obtengan ambas contrataciones, tras procesos de licitación, empiecen labores en julio del próximo año.
Por ahora, Emcali planea realizar un otrosí para que Megaproyectos siga con el servicio hasta junio de 2019.
Este año, la Empresa de Energía del Pacífico (Epsa), que es parte de Celsia, se mostró interesada en operar el servicio y la propuesta quedó pendiente. La junta directiva de Emcali no tomó alguna decisión sobre este tema, pese a que la empresa de servicios públicos caleña es socia de Epsa, es decir, tiene participación en esta entidad del Valle del Cauca. El gerente Jaramillo explicó que Emcali “estaba revisando una propuesta de Epsa con aspectos técnicos importantes para la empresa, pero en relación con los costos no había mucha diferencia con otras propuestas”.
El Sindicato considera que el manejo del servicio debería volver a la entidad.
Los concejales Roberto Rodríguez, Carlos Hernán Rodríguez, Carlos Pinilla, Juan Manuel Chicango y Patricia Molina mantienen dudas sobre a qué empresa se otorgará el millonario contrato. Preguntan si sería por licitación, según la ley 80, cuando se trata de sumas cuantiosas; si Emcali asumiría directamente el servicio o si se haría contratación directa.
Precisamente, sobre si Emcali podría asumir el servicio, el gerente de Emcali dijo que no es posible porque la idea es que este servicio no sea muy costoso para el ciudadano y en promedio, un trabajador de Emcali es tres veces más costoso que el de Megaproyectos o cualquier otra empresa que lo realice.
“Esa sola variable encarece el servicio y como esto es una tasa fija que se le cobra al ciudadano lo hace inviable económicamente para Emcali o si no, tocaría subir el precio de la tasa que se cobra”, sostuvo el directivo.
6.346 puntos con luz LED
El alcalde Maurice Armitage manifestó que más de 37.000 millones de pesos se han invertido este año en instalación de 26.346 puntos luminosos modernizados con tecnología LED o luz blanca en 48 barrios de las 22 comunas.
También, en los corregimientos Montebello y La Buitrera; en 909 paradas del MIO; y en las avenidas Sexta norte, Pasoancho y Cañasgordas, en la carrera 10 y en las calles 13 y 15 del centro de la ciudad. La más reciente instalación fue en el patinódromo del barrio Los Álamos.

sábado, 13 de octubre de 2018

#Cali Tragedia en "Ciudad Paraiso" ante la irresponsabilidad de la #EMRU....quiere responde por la vida pérdida de. Un ser humano ?







#Cali Tragedia en "Ciudad Paraiso" ante la irresponsabilidad de la #EMRU....quiere responde por la vida pérdida de. Un ser humano ?

La historia de “La Cantante”, la habitante de calle a la que una pared la mató en El Calvario


La habitante de calle tenía 45 años y era reconocida en el sector. Culpan a la Emru por su muerte.

Líderes de El Calvario, en el centro de Cali, identificaron a la habitante de calle que murió luego que una pared le cayera encima.
Se llamaba Erika Martín, tenía 45 años y tenía un hijo.
 En el barrio la conocían como “La Cantante”. Dicen que en su juventud fue una mujer bella y que por culpa de las drogas terminó en las calles.
Su muerte tiene conmocionado a líderes, comerciantes y algunos moradores de la zona.
 Ella estaba en uno de los predios en los que la Empresa de Renovación Urbana, Emru, hizo demoliciones.
Se trata de los trabajos que adelantan para el proyecto Ciudad Paraíso, que busca cambiarle la cara al centro de Cali.
NO ES LA ÚNICA MUERTA
 El presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio San Pascual, Fernando Pérez, denunció que “La Cantante”, no es la única víctima que dejan las demoliciones de Ciudad Paraíso.
 El año pasado otro habitante de calle también murió mientras escarbaba entre escombros.

“El señor se cayó y se enterró una varilla en el cuello”, explicó, Lo que reprocha el líder es que no existan cerramientos en los predios intervenidos 
 “No hay encerramiento para el ingreso al sitio de la demolición y no hay personal de seguridad ni policía. Es un grave riesgo para todo el mundo”, indicó.
 Dice Pérez que la comunidad lideraría una demanda contra el municipio por la muerte de estos dos habitantes de calle.

¿QUÉ DICE LA EMRU?
 
 A través de un comunicado, la Empresa de Renovación Urbana, Emru, lamentó lo ocurrido.

 Explicó que “La Cantante”  “ingresó al área privada de trabajo, circunstancia que comprometió su vida, al desconocer las recomendaciones y las medidas preventivas y de seguridad establecidas por la EMRU”.

Dicen que a pesar de todas las medidas preventivas, muchos habitantes de calle entran a los predios sin permiso.
 Incluso insisten en que sí hay apoyo de la Policía, que acompaña a los trabajadores que hacen las demoliciones.

 “Hacemos un llamado para que la comunidad que transita por este sector acate todas las disposiciones y recomendaciones que se hagan durante la ejecución de las obras y no ingrese a las áreas privadas en las que se adelantan las labores de adecuación y demolición; esto con el fin de proteger su propia integridad física y mitigar riesgos”, dice el comunicado.

viernes, 12 de octubre de 2018

#Cali: Bulevar del río, un espacio público que pierde su encanto por estos males


Bulevar del río, un espacio público que pierde su encanto por estos males
Que el humo que desprenden los cigarrillos de marihuana llegue a apartamentos ubicados hasta en un quinto piso es una situación que ocurre con frecuencia en el Bulevar del río, en el centro de Cali.
El consumo de drogas es tan solo uno de los flagelos que residentes y visitantes de este emblemático sector de la ciudad deben soportar casi a diario en horario nocturno. A esta situación se suma el consumo de licor, presencia de vendedores ambulantes, mendicidad y exceso de ruido, situaciones que causan molestia entre sus habitantes.
“El problema con el Bulevar es que nunca nos han tenido en cuenta como residentes a la hora de tomar decisiones. Acá se inventan cualquier experimento y a nosotros nos toca asumir las consecuencias. El último ha sido el de Cali 24 horas”, apuntó Patricia Ramírez, habitante de uno de los edificios contiguos a este espacio urbano.
Ramírez agregó que una de las necesidades manifiestas en el Bulevar es el incremento de pie de fuerza en seguridad con la ubicación de un CAI móvil en la zona, idealmente en la Calle Octava.
“El Bulevar se le salió de las manos a la Alcaldía. Necesitamos que recuperen el espacio que es para el disfrute de los caleños, no de unos pocos”, complementó.
Para Liza Ardila, también residente de la zona, el Bulevar se ha transformado en el último año, siendo cada vez más concurrido.
“Vivo acá hace cuatro años y siempre había sido muy tranquilo, tan solo los viernes se veía bastante gente. En el último año se ha convertido en cosa de todas las noches los grupos que se reúnen a conversar y a consumir licor”, aseguró Ardila, recalcando que los grupos ya no se limitan a la zona entre la Ermita y la Calle Octava sino que se han tomado el sector más residencial, que se extiende hasta la Calle Quinta.
Por su parte el músico Cristian Vanegas, visitante recurrente del Bulevar, agregó que este espacio se ha convertido en punto de encuentro de los ciudadanos.
“Acá uno ve desde oficinistas que trabajan en el centro y quieren tomarse una cerveza hasta el que quiere venir a fumar marihuana. Es un encuentro de todo lo que hay en la ciudad, pero con gran respeto y tolerancia. Es un espacio de encuentro entre tribus urbanas”, dijo.
Vanegas agregó que el elemento más negativo que hay en este momento en la zona es el alto nivel de mendicidad.
Consumo de licor en el Bulevar
El consumo de licor es el problema más extendido en el Bulevar del Río.
"Vos no te podés quedar tranquilo cinco minutos sin que llegue alguien a pedirte plata y si uno no les da una moneda se forma un problema. Eso deberían controlarlo más”, aclaró.
El Bulevar del río tiene una longitud de 780 metros, equivalente a poco más de siete canchas del estadio Pascual Guerrero en fila, y fue inaugurado hace más de cinco años, en mayo de 2013, como parte de una transformación urbana de Cali. En el Plan de Ordenamiento Territorial, POT, el área de actividad de este sector está contemplada como mixta, lo que supone presencia residencial y de comercios.
Dueños de negocios también se suman al pedido de seguridad y mayor control en la zona. Uno de los comerciantes, quien prefirió no revelar su nombre, señaló que sus clientes han sido víctima de robo varias veces. “Están departiendo entre amigos y, quizá, se descuidan un poco, entonces los ladrones aprovechan y se les llevan las maletas. Eso ha pasado varias veces, pero la Policía sigue sin aparecer”, reveló.
Otro problema que denuncian es el de la prostitución, que señalan está presente desde la Plaza de Cayzedo y se extendería hasta la Calle 10 con Carrera 3, donde se ubicaba el Teatro Colombia. En cuanto al consumo y venta de drogas, residentes de la zona aseguran que es otra constante.
“Ya no tienen reparo en ofrecer drogas a todo pulmón. Hay una persona que llega a vender comida vegetariana, pero también ofrece marihuana sin que nadie le diga nada. Esta es una zona familiar donde eso no debería pasar”, dijo el comerciante.
La Corporación para la Recreación Popular, CRP, es la entidad encargada de administrar el espacio desde que fue abierto al público. Su gerente, Fernando Marín Escobar, señaló que realizan un control permanente con los denominados ‘protectores del espacio público’, un equipo de 45 personas que realizan tres turnos de ocho horas para mantener una vigilancia constante.
“Sin embargo, nosotros no podemos ejercer funciones de autoridad, tan solo vigilar que no dañen el espacio, impedir que circulen motos, no dejamos asentar vendedores ambulantes estacionarios y si hay habitantes de la calle les pedimos que circulen. No podemos impedirles que transiten en el Bulevar”, aclaró.
Para el Gerente, la afluencia de público que tiene el Bulevar este año se debe al desplazamiento hacia la zona de grupos de jóvenes y tribus urbanas que antes se asentaban en el parque de los Estudiantes, o de Jovita, y la Loma de La Cruz.
El mayor Leonidas Basto, comandante del Distrito 1 de la Policía Metropolitana de Cali, explicó que se tiene una presencia constante y pidió denunciar cualquier hecho que comprometa la seguridad en el área.
“Cuando identificamos consumo de droga imponemos comparendos y cuando hay consumo de licor en la vía, le llamamos la atención a los locales que lo expenden”, afirmó.
Estudiarán instalación de un CAI
El mayor Leonidas Basto, comandante del Distrito 1 de la Policía Metropolitana de Cali, aseguró que la propuesta de la comunidad de instalar un CAI podría ser estudiada para ser ejecutada a mediano plazo. “A futuro puede ser viable esta propuesta, pero en el momento no tenemos la disponibilidad para llevarlo a cabo”.

jueves, 11 de octubre de 2018

#Cali Cocaína rosada, ¿la droga favorita de adolescentes de estrato alto?

 Así se mueve el mercado de las drogas de moda entre adolescentes de familias adineradas. Muchos padres se olvidaron de ella. Creyeron que la famosa cocaína rosada era leyenda del pasado. Pero sigue viva y coleando entre los adolescentes de estratos altos. Y no solo la producen traquetos, también los propios escolares. Tanto que ya no siempre cuesta 120.000 pesos el gramo. En ocasiones baja a 80.000 o 90.000 pesos por la irrupción de los jóvenes productores caseros.

El color casi nunca varía, el rosa sigue siendo el favorito aunque existen presentaciones amarillas, lo que cambian son los ingredientes. Al coctel básico (2’5dimetoxi-4-bromo- feniletilamina) con propiedades alucinógenas y estimulantes, le pueden agregar cocaína, heroína o unos químicos.
El nombre real y el que circula no es cocaína rosada, sino 2CB, pronunciado tusibi, como en inglés. Para los menores de edad es tusi y si lo escriben en sus redes sociales, sustituyen la palabra por el emoticón de una billetera rosada.
En Cali, son alumnos de algunos de los colegios más costosos, según los entrevistados, los que marcan la pauta en consumo de drogas porque acostumbran a recibir las mesadas más abultadas. Para muchos padres, dinero de sobra en el bolsillo implica fácil acceso a drogas caras y a las que más estatus otorgan.
“Es como si Cali fuese un almacén de dulces y usted les da las llaves a los niños para abrirlo”, cuenta la mamá* de un estudiante del Bolívar. Ese centro forma parte de Asobilca (Asociación de Colegios Bilingües de Cali) y está integrado por siete prestigiosos colegios.
El informe que retrata el consumo de drogas en adolescentes del país
Las formas con las que combos seducen a menores de edad en Medellín
¿Qué pasará con las menores que aparecen en video fumando marihuana?
Un viaje por el cerebro de un marihuanero
Caballo de Troya en los colegios
“Si eres hombre, tenés que usar ‘jeans’ Adriano, Goldshmied, Armani o Lucky Brand, camisas Philipp Plein, tener 200 polos, zapatos Gucci, Prada, Hugo Boss. Y tenés que meter drogas, poquitos los que no. Todo es por el estatus y lo que vayan a decir de uno”, precisa un adolescente. Admite que son los varones los que reciben las mayores mesadas –rondan los 800.000 y 900.000 pesos mensuales y llegan a 5’000.000 en unos casos– y quienes suelen adquirir la droga e invitar a las chicas a tusi porque es una manera de atraerlas.
“Las que meten tusi es porque los hombres se las compran”, asegura una quinceañera. “A nosotras, que recibimos 200.000 o 300.000 pesos de mesada, lo que nos da estatus es ir a los desfiles (de moda), vestir Gucci, Chloe, Carolina Herrera, Chanel, ir al gimnasio, comer bien, verte bonita, el novio que tenés. Lo que sí ahora es de muchas mujeres es el MD (otra droga de moda)”, añade.
“Van tan rápido los adolescentes que resulta difícil saber cuál es la droga del momento. Hoy en día no huelen, no se enrojecen los ojos, consumen y en pocas horas comen con los papás y no te das cuenta. Antes había otras alertas”, comenta una de tantas madres que ha visto a uno de sus hijos sucumbir a las drogas. “Pero no culpo a los colegios, es una problemática muy difícil de manejar”.
No solo consumir determinadas sustancias sicoactivas, incluido whisky costoso, forma parte de un código no escrito de los adolescentes caleños de estrato alto para pertenecer al exclusivo club de los elegidos. También incluye infracciones, como dejarse enfermar por una sobredosis. Lo de menos son las consecuencias para la salud del afectado, lo sancionable es que conlleva hospitalización urgente y la consiguiente atención y alarma de los adultos. Y que los papás averigüen sus pasos es lo último que desean.
“Todo el mundo te echa al lado porque boleteas a los otros, acabas con una reputación en cero. Cali es un pueblo, todo el mundo sabe quién es quién”, explica una escolar de 16 años. “Si cae uno de un grupo, normalmente caen todos porque los papás le cogen el celular y descubren a los demás”.
El castigo supone convertir al afectado en un paria. Al estar inmersos en un universo minúsculo, el nombre se riega fácil y el afectado queda aislado por completo. Borrado.
No le queda a la familia camino distinto a alejarlo y sacarlo de la ciudad o del país, o esperar a que la entrada a la Universidad entierre el pasado.
“El consumo de drogas es un problema real que no todos los padres quieren ver, prefieren hacerse los de la vista gorda. No sé si es porque no saben darle manejo”, señala el rector del Jefferson, Juan Pablo Caicedo, que aceptó una entrevista por considerar que el silencio y el ocultamiento no es la vía para buscar soluciones. Los de Bolívar y Colombo Británico prefirieron no concederla.
Caicedo recuerda casos en que ha revelado a padres que su hijo consume y obtiene la negación por respuesta. “Yo soy una mamá presente, es imposible”, contestó una mamá angustiada. “Tampoco es fácil convencer a los estudiantes de que no consuman si sus padres hacen lo mismo”. En un taller de prevención de la Corporación Caminos, un alumno tomó la palabra para protestar por lo que creía era una pérdida de tiempo y un discurso vacío. “Mi papá consume y me dio carro, acción del club, viaje al exterior. Eso no afecta a la vida”, dijo el chico con hastío.
Al margen del ejemplo paterno, Caicedo cree que los jóvenes no ven peligro en tusibi. “No temen a nada. Empiezan incluso en 7.º grado para emular a sus hermanos mayores. El problema es que comienzan con dosis bajas y van subiendo”.
Alberto Sánchez, investigador de políticas de drogas, piensa que la clave está en que “la información sobre la drogadicción entre los jóvenes no es suficiente ni confiable y, sin ella, los programas de prevención no son eficientes”.
Para algunos padres, además, es necesaria una intervención más activa de las autoridades y la policía, pero resulta difícil: “No contamos con su respaldo y tampoco ellos tienen herramientas suficientes para actuar. En Yumbo (municipio contiguo a Cali, en donde está enclavado el Jefferson) solo hay una patrulla de Infancia y Adolescencia para ese municipio, para Viges y La Cumbre; y es la única policía que puede intervenir en los colegios. Una vez contestaron a nuestra petición de ayuda que los padres del Jefferson tienen dinero para el tratamiento (de drogadicción). Una institución educativa de estrato alto no es prioritaria, hay otras públicas con más problemas”.
En esos colegios bilingües no se apuestan vendedores en los alrededores y si la consumen en el interior de las instalaciones, algo esporádico y casi siempre en los baños, los mismos estudiantes la llevan.
Hace dos años, gracias a la insistencia del colegio y de algunos papás, y con la ayuda de un exoficial de la policía, convencieron al director de la Sijín de Cali para investigar las redes de proveedores. En agosto del 2016 lograron desmantelar una banda que suministraba el 2CB a los estudiantes de estratos altos. Sus integrantes, salvo el líder, eran jóvenes de aspecto agradable e inocente y la única mujer del grupo trabajaba de DJ. Los soltaron enseguida porque, al analizar el alijo de 2CB y otras sustancias que les incautaron, la justicia consideró que su efecto no era tan nocivo como para merecer la detención.
“La 2CB es muy peligrosa, los jóvenes la meten y no saben qué contiene. Puede ser letal”, asevera un vocero autorizado de la Sijín, que lucha contra el microtráfico en Cali desde hace años y pide omitir su nombre. “Uno, que también es padre, hace lo más que está a su alcance para combatirla. Pero el consumo se ha disparado y cada vez inventan cosas nuevas como la Nexus, combinación de metanfetamina y LSD, que cuesta 100.000 pesos la dosis y es similar a la tusibi. Y son fáciles de transportar. Los proveedores de tusibi, por ejemplo, la pueden llevar en tarros de polvo rosado. Si los descubren, dicen que es para las matas o lo que sea y no todos los policías la conocen”.
Los jóvenes que la producen en sus casas solo necesitan una olla arrocera y un sartén de cerámica para cocinar los químicos. Aunque aprenden al principio para ganar dinero, suelen terminar enganchados y “se vuelven tuseros”, comenta una chica.
A la hora de consumir, las cantidades difieren. “Depende de tu nivel de adicción o lo ‘high’ que quieras quedar. Hay unos que el punto (equivalente a un gramo, la dosis mínima de 2CB) es solo para ellos y otros lo reparten entre varios aunque no tenga mucho efecto, como para decir que metes tusi”, explica un estudiante. “También pueden comprar a un ‘dealer’ un bolsón de tusi, que son 15 puntos; si son siete amigos o un grupo pequeño en una casa”. El efecto es similar al del LSD, un viaje de altibajos, con etapas de calma y otras de frenesí y alucinaciones.
“La falla es que los papás les crean todo a los hijos. Dicen muchas mentiras y es más fácil creerlas que aceptar la realidad”, me dice una quinceañera en tono de mujer adulta. “Se miente siempre, los drogadictos son expertos en decir mentiras. Y si se las dicen a la novia cómo no se las van a decir a las mamás”. Por regla general, los padres de estratos altos prefieren creerles y mirar para otro lado excepto cuando la adicción se torna incontrolable y deben enviarlo a un centro de rehabilitación en Bogotá o Miami, entre otras ciudades.
Algunos progenitores llegan al extremo de romper relaciones con otros papás que les advierten que sus hijos meten drogas con los suyos, cuando los descubren por algún descuido o sobredosis.
“No se va acabar nunca porque siempre salen cosas nuevas y la búsqueda de querer ser alguien reconocido entre los adolescentes siempre va a existir”, sentencia otra niña. “Todo es por el estatus y lo que vayan a decir de uno, hay que estar a la moda en todo”.
* Las madres y jóvenes entrevistados pidieron no dar sus nombres

miércoles, 10 de octubre de 2018

#Cali: El parque lineal del #RioCali, Proyecto envenenado


Definitivamente el parque lineal del rio Cali, etapa I y II, están en una problemática grande derivada de la ausencia de planeación y corrupción del mismo. El último diseño aportado por empresarios, olvidó hacer implantación urbana , no hubo plan de movilidad, para pasar de 4 carriles a 2 en la avenida 2ª norte; donde el costo del contrato de obra de la etapa I pasó de $19 mil millones a $35 mil millones y el tiempo de entrega de 8 meses a más de 42 meses y la etapa2, ya contratada, no se va a hacer , espera el estudio que hace la UniValle, de la capacidad de la vía.
El proyecto inicial del parque fue pagado por el plan de valorización 21 Megaobras y contratado por la Emru, respetó la sección de la vía, pero luego se contrató una firma holandesa West 8, cuyos dineros fueron aportados por empresarios liderados por Santiago Eder Garces, mediante donación del diseño urbanístico, paisajístico y arquitectónico.
El diseñador de la obra del espacio público en el rio Cali es el Arq. Juan Figueroa, caleño de la Universidad San Buenaventura, vinculado a la firma West 8. Él es el amigo de Santiago Eder y de esa manera ejecutaron el diseño, el video también donación de otro empresario, lo hizo Adriana Arboleda. Y el problema , aunque sea donación, es que no se hizo concurso público, lo que afecta el carácter de interés público de la obra
El segundo proyecto piensa más en las personas, no en el carro, sí en el peatón, en las familias que disfrutan el río, pero se les olvidó exigir el estudio vial de impacto urbano. Y esto era lo más importante, teniendo en cuenta que esa es la única vía que une a Palmira y al oriente de Cali por el norte con el centro de la ciudad, y con el mismo sur a través de la Calle Quinta. Ellos los diseñadores holandeses, sueñan que en esa vía no haya tráfico pesado ni de alta velocidad, lo cual es una utopía frente a la realidad vial y urbana, de la ciudad de Cali. Y lo prueba esta administración, cuando suspende la etapa II, hasta que se entregue el estudio de movilidad.
Cuarenta empresarios caleños donaron el diseño de West 8 Urban Design & Landscape Architecture, que tiene varios proyectos en el mundo ejecutados sobre espacios públicos, como Roterdam Center at action, el Madrid río de Google, el Jardín de Jubileo de la Reina Isabel II etc.. Pero ahora la alcaldía de Maurice Armitage tiene la duda de poder continuar la construcción del proyecto etapa II, entre la calle 8ª y la calle 15, a pesar que el contrato fue adjudicado por VEINTICINCO MIL MILLONES DE PESOS ($ 25.225.169.528), CON PLAZO DE EJECUCIÓN: OCHO (8) MESES. Consorcio conformado por FERNANDO JOSE CASTRO SPADAFFORA con el 39.5%, JAIME PUERTA ATEHORTUA con el 39.5%, MELEI S.A.S. con el 20%,
El proyecto para etapa I y II quedó sin la implantación urbana, ha debido exigir el plan de movilidad. La aprobación de Planeación en el año 2015, olvidó exigencia, que ahora la ha contratado el alcalde Armitage con Univalle, a través de la Secretaría de Movilidad, (anterior Secretaria de Tránsito), y se espera en unos dos meses que este estudio se termine, para precisar si la sección de la vía se puede disminuir, tanto en lo ya construido, como en lo que falta por construir entre la calle 15 y la calle 8ª. Que gran pecado con Cali, primero decretan la obra, la diseñan , rediseñan, la contratan y luego evaluan mediante estudio, si la pueden hacer,
La obra de parque lineal rio Cali entre la calle 15 y la calle 25, es la MG-16 parque lineal río Cali etapa I zona lineal, que fue presupuestada por el plan 21 Megaobras por $16 mil millones según el Acuerdo 241, fue contratada por $19.443 millones, el 30 de junio del 2015 para 8 meses. Ahora van 40 meses y la obra supera los $35 mil millones, para un incremento superior al 84% del valor inicial de la obra. Así mismo quedó de ser terminada en 8 meses, es decir en febrero 29 del 2016 y ahora no se termina en este año 2018, a pesar que la demolición del puente, estaba programada desde hace 2 años. Para algunos expertos de la Asociación de Ingenieros del Valle, este puente no ha debido ser demolido y pudo ser saneado en su estructura y adicionada para las necesidades de la obra. La obra fue contratada en el 2015 con LA UNIÓN TEMPORAL ALFA CALI, mediante un proceso de selección abreviada. Este consorcio lo conforman COSAN S.A.S Y CONSTRUCCIONES Y MANTENIMIENTO CM S.A.S
El 12 mayo del 2015 se adjudicó por un valor de $19.443.684.841 cuyo objeto es la construcción de espacio público, mobiliario y servicios públicos para la Megaobra identificada como MG-16 parque rio Cali etapa I, entre la calle 15 y la calle 25. El plazo de ejecución del contrato 8 meses y lo firman Omar de Jesús Cantillo como contratante y la Unión Temporal Alfa Cali y como firmante de la propuesta no es Ing. civil y ni de transporte de vías, el Ing. Ricardo Arturo Molina García mayor, vecino de Bogotá , también lo suscribe. El valor del contrato hoy supera los $35 mil millones, lo que le da un incremento del 84% aproximadamente.
El acta de inicio fue firmada el 30 de junio del 2015, el 31 de diciembre del 2015 la Unión Temporal Alfa Cali representada por el Gerente suplente Jorge Alfonso Molia García Mayorga le cede a la UNIÓN TEMPORAL ESPACIO 2015, REPRESENTANTE LEGAL, YULI ROCÍO LÓPEZ, CONSORCIO DE MOLINA LÓPEZ CONSTRUCTORES S.A.S CON EL 60%, JP SERVICIOS S.A.S CON EL 5%, LUIS EVELIO ÁLVAREZ CON UN PORCENTAJE DE PARTICIPACIÓN DEL 30%, CONSTRUCCIONES VELÁZQUEZ S.A.S CON EL 4% Y MIGUEL ÁVILA REYES INGENIEROS S.A.S CON EL 1%. Esto fue insólito, haber aceptado esa cesión sin ningún argumento diferente al deseo de ceder el contrato a otros particulares.
Definitivamente esta obra le quedó a Cali en su planeación, definición de contratistas, fallaron interventores, la Secretaría de Infraestructura y los empresarios de no exigir en los términos de referencia, cláusulas que no generaran firmas sin la solvencia técnica y económica. Y que no generara las prácticas de empresas de ingeniería que están buscando contratos en los Concejos de las ciudades.
Los empresarios que donaron los diseños, no revisaron los contratos, si existían compromisos políticos inmiscuidos, quién era el contratista de las obras, la forma de contratación del proyecto con la financiación de los contratistas y haber sacado esto en época de elecciones dónde hay ese inconveniente. Ahora están quedando mal todos, y deberán desfilar ante la autoridades de control, para investigar si estos contratos sirvieron para financiar a los candidatos al Concejo, para respaldar el candidato a la alcaldía, Armitage, por el rumor que existe en la ciudad.
Definitivamente estas obras con tantas manos: Iniciales de las 21 megaobras con una EMRU que entregaba contratos a dedo entre 2008 – 2012 ; luego el gobierno de Guerrero que no corregió de raíz los problemas de su padrino en campaña, el anterior alcalde Ospina; posteriormente empresarios que bondadosamente cambiaron los proyectos; malos y perversos contratistas, sin el musculo financiero para esa obra, que no es muy grande en tamaño ni en valor.
Resumen: Las obras del parque del Rio Cali, le quedaron grande a la ciudad, a los contratistas, interventores, a organismos de control, al Concejo y hasta los bonachones empresarios, que se metieron en un proyecto envenenado.

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