ARTÍCULO EL
ESPECTADOR – MAYO DE 2012
Lío jurídico en Cali
Por: Alexánder Marín Correa
Discusión por tierras que serían de los
caleños y están en manos del Club Campestre. Ingeniero de Cali, experto en
tierras de uso público, insiste en que son del municipio.
La sede del Club
Campestre de Cali, donde se reúne la alta sociedad vallecaucana, es epicentro
de una gran polémica: de las 125
hectáreas registradas a su nombre, expertos y exfuncionarios señalan que 90 de
ellas son del municipio. Pese a que la denuncia lleva años rondando la
capital del Valle, el único que le metió diente al asunto fue el exalcalde de
la ciudad Jorge Iván Ospina, quien expidió una resolución para recuperar la
propiedad. Sin embargo, la administración de Rodrigo Guerrero la echó para
atrás y el pleito quedó en el limbo.
Al margen de esta
contradicción, se desprende otro lío para la Alcaldía de Cali. Los estudios que
sustentaron la decisión revocada los hizo un abogado externo, que fue
contratado para denunciar bienes municipales en manos de particulares a cambio
de unos honorarios del 20% del valor del predio que se lograra recuperar. El
profesional en derecho dice que cumplió con su tarea y que, independientemente
de que la administración quiera o no recuperar el bien, alguien le tendrá que
pagar.
El conflicto se
concentra en dos propiedades: las haciendas La Buitrera y San Joaquín, que
hasta 1940 fueron de Elodia Vásquez de Posso, quien le vendió la primera al
Estado (que luego la cedió al municipio) y la segunda al Club Campestre. Hoy,
casi 70 años después y en medio de escrituras y registros que se contradicen,
hay confusión sobre el lindero de las propiedades y cómo ponerle fin al pleito.
Por eso, la actual administración dice que esto lo debe resolver la justicia
ordinaria.
Quien sacó a la luz la
presunta usurpación de tierras fue el ingeniero Claudio Borrero Quijano,
experto en bienes ejidales o de uso público, quien tras un riguroso estudio
histórico de títulos concluyó que los ocupantes originales de esos predios no
cumplieron una sentencia de 1848, que ordenaba a las familias que se apropiaron
de bienes públicos devolver la tercera parte al municipio. “Estas propiedades
nunca tuvieron la división ejidal y surge la confusión”, dijo Borrero, y agregó
que debido a esto el predio es una cancha privada de golf y no un parque
público.
En las últimas décadas,
ninguna autoridad local se metió con este asunto. Sin embargo, el exalcalde
Jorge Iván Ospina, atendiendo la teoría del ingeniero Borrero Quijano,
emprendió la tarea de recuperar el predio y contrató a un abogado externo para
que iniciara los trámites, quien documentó que existían errores en la
inscripción catastral de los linderos del predio del Club Campestre, por lo que
éste estaba ocupando tierras del municipio.
Tras analizar el
estudio, la administración de Ospina determinó que al tratarse de un error de
registros y no de un asunto de doble titulación, la tarea de recuperar la
propiedad era competencia de la Alcaldía y no se debía acudir a la justicia
ordinaria. El pasado 30 de diciembre, un día antes de dejar su cargo, la
oficina de catastro expidió una resolución que cancelaba la inscripción
catastral del predio del Club Campestre, ordenaba corregir los linderos y
restituir casi 90 hectáreas a la Alcaldía.
Los socios del club,
como era de esperarse, apelaron, argumentando que la Alcaldía había usurpado
funciones que eran de los jueces, apelación que coincidió con la llegada del
actual alcalde, Rodrigo Guerrero. Según Elciario Díaz, gerente del Club
Campestre, las escrituras no han sido tachadas de falsas, por lo que gozan de
presunción de legalidad, además, no entregarán un centímetro de tierra sin la
orden de un juez.
La semana pasada, la
oficina de Catastro, ahora a cargo de la funcionaria Sandra Samacá, revocó la
resolución argumentando que entre las funciones de esta oficina no estaba la de
solucionar conflictos de linderos y que la discusión debía hacerse ante la
justicia.
Controversias
Ante este choque, el
exalcalde Jorge Iván Ospina explicó que tomaron la decisión porque encontraron
evidencias de que el Club Campestre extendió unilateralmente sus linderos,
ocupando bienes del municipio, y que la propiedad debía recuperarse. “Sé que
enfrentarse al club es como pelear con Dios. Allá están los que toda la vida
han administrado la ciudad, y decirles que el sitio donde juegan golf es del
municipio es casi una herejía, pero había que hacerlo”, indicó.
Por su parte, el abogado
Jarvey Rincón Ríos, abogado contratado por el exalcalde Ospina para estudiar el
caso del Club Campestre, señaló que más de 500 folios demuestran que allí se
está usurpando un bien público y que la anterior administración dejó todo listo
para recuperarlo. También se mostró sorprendido por la revocatoria de la actual
administración y denunció que la funcionaria Sandra Samacá prevaricó.
“Su decisión está
violando la ley al revocar una decisión diciendo que un juez debe resolver. La
Corte Constitucional y el Consejo de Estado han señalado que los bienes del
Estado los recupera la Alcaldía. Esto no es una discusión por la propiedad,
sino de la especificación de los linderos. Está claro que la hacienda La
Buitrera es del municipio y la hacienda San Joaquín es del Club, pero hay un
error en el límite que ocupa el Campestre que se debe corregir”, aclaró el
abogado Rincón Ríos.
Por su parte, Sandra
Samacá, actual subdirectora de Catastro de Cali, señaló que la revocatoria de
la resolución de la anterior administración se ajustó a la ley. Según la
funcionaria, en un conflicto de linderos la norma indica que primero se busca
una conciliación y, en caso de fracasar, Catastro puede hacer un estudio. Si al
final continúa la inconsistencia, el caso va a la justicia.
“En el caso de Club
Campestre es claro que hay inconsistencias de linderos que no podemos resolver.
Nos ceñimos a la norma y estoy tranquila, porque actué en el marco de mis funciones.
Ahora, la decisión de si el municipio va o no a demandar es de la oficina de
bienes inmuebles de la Alcaldía. Si hay un abogado externo contratado para esta
tarea, es él quien debe valorar el paso a seguir”, señaló la funcionaria.
Por el impedimento que
manifestó Guerrero, muchos ponen en duda su compromiso con la obligación de
recuperar terrenos municipales en manos de particulares y, especialmente, en el
caso del Club Campestre. Insisten en que pese a que en la revocatoria de la
decisión de Ospina se dice que el caso debe ir a la justicia ordinaria, esto no
ocurrirá.
Ante esto, el propio
alcalde dijo que su compromiso con la recuperación de tierras es total, aunque
en el tema del club era diferente. “El pleito con el club está en las escrituras
y especialmente en los límites del terreno. Allá no hay bienes ejidos, por lo
que debemos analizar muy bien el tema. No podemos quitarle al legítimo
propietario lo que es de él. Tenemos que tener la seguridad de que es del
municipio para llevarlo a la justicia ordinaria”, puntualizó.
El punto medio en toda
esta discusión lo aportó el ingeniero Claudio Borrero Quijano, quien abrió el
debate. En su concepto, a pesar de que el exalcalde Ospina tenía el derecho de
recuperar el predio, lo hizo de la forma menos ortodoxa, ya que debió ir ante
la justicia ordinaria desde el comienzo. Hoy, en el limbo de esta discusión, el
ingeniero pidió al actual alcalde que le otorgue poder para representar al
municipio y dar esta pelea como debe ser. “Si el alcalde está interesado en
recuperar la propiedad, debe ir a la justicia con argumentos sólidos, pues un
paso en falso podría generar la pérdida definitiva de los terrenos. Espero su
respuesta”, concluyó Borrero.
Contrato cuestionado
El ingeniero Claudio
Borrero Quijano, quien abrió este debate, considera que uno de los errores del
exalcalde Jorge Iván Ospina fue que en vez de acudir a la justicia ordinaria
contrató al abogado Jarvey Rincón Ríos para recuperar los bienes municipales, pactando
unos honorarios del 20% del valor del predio que lograra recuperar. “Como había
una comisión tan alta, esto motivó a que el proceso se adelantara de la manera
que se hizo y terminó siendo una decisión arbitraria. Tengo evidencias de que
el club sí ocupa bienes del municipio, pero la justicia ordinaria es la
instancia correcta”, agregó Borrero Quijano.
Las dudas alrededor de
los honorarios radica en que el lote en litigio podría costar hasta $250.000
millones, lo que generaría honorarios por $50.000 millones. El trámite tardó
menos de dos años, lo que contrasta con los 5 o 10 años que podría durar un
proceso en la justicia ordinaria. Es decir, de haber quedado en firme la
resolución, se hubiera tratado de unos multimillonarios honorarios en tiempo récord.
Lo que más llama la atención es que el abogado sólo se concentró en el Club
Campestre.
Ante las suspicacias, el
exalcalde Jorge Iván Ospina señaló que “más cuestionable hubiera sido no haber
hecho nada por recuperar estos bienes. Además, ese contrato hablaba de todos
los bienes, incluso muchos que se robó el narcotráfico”, agregó.
Por su parte, el abogado
Jarvey Rincón Ríos defendió su trabajo al decir que no entiende las dudas, ya
que todo está dentro de la ley. “Me contrataron para denunciar bienes ocultos y
eso hice. ¿Cuál es el problema con mi contrato y lo que me vaya a ganar? En
este caso lo que deben mirar son los bienes que se recuperen”.
Tras la reciente
revocatoria de la resolución se prevé un conflicto con el abogado Rincón Ríos,
pues él insiste en que cumplió con su misión y alguien le tiene que pagar. “En
el caso del club falta que el Catastro ponga los linderos y la Policía recupere
el bien. Si no quieren recuperarlo el problema es de ellos, pero a mí alguien
me tendrá que pagar mis honorarios”, sentenció.
Agregó que está
evaluando una denuncia contra la administración para que se ratifique la
resolución anterior y para cobrar sus honorarios. Al preguntarle por qué sólo
se concentró en el caso del Campestre, dijo que su tarea era con todos los
bienes ocultos, pero que no seguirá con otros casos por el peligro que
representan. “Hay muchos bienes que están en manos de grandes constructoras y
narcotraficantes, pero no me voy a hacer matar por cumplir ese contrato”,
señaló.
El lío del parque
Farallones
Otro caso de pelea de
tierras en Cali es el del parque Farallones. En este caso hay un estudio del
Ministerio de Ambiente, en revisión de la Superintendencia de Notariado y
Registro, en el que se analiza la posibilidad de corregir irregularidades con
predios, que terminarían con la revocatoria de registro y escrituras de varios
de ellos.
El pasado 3 de mayo, en
un informe firmado por la funcionaria Nubia Lucía Wilches, del Ministerio de
Ambiente, la autoridad ambiental indicó que hay un convenio interadministrativo
para estudiar el tema y “realizar las acciones pendientes a invalidar las
inscripciones ilegales de predios y posterior registros a favor de la nación”.
El propio
superintendente de Notariado, Jorge Enrique Vélez, reconoció que existe
dicho informe y que, por ahora, es prioridad para su despacho. “Apenas está en
revisión y debe pasar a manos de los ministros de Ambiente y Justicia. Hay que
revisar unas cifras que no cuadran. Todo indica que allí sí hay mucho
problema”, señaló.
Ejidos, ¿solución a
falta de tierras?
Mientras el Gobierno
busca tierra para sus planes de vivienda, hay un ingeniero en Cali que parece
tener la solución. Claudio Borrero Quijano se ha dedicado a estudiar el caso de
los bienes ejidos o de uso público en manos de particulares. Dice que estos
predios serían solución para cubrir el déficit.
La viabilidad de su
propuesta la basa en tres normas: el artículo 1° de la Ley 41 de 1948, que
señala que los terrenos ejidos no están sujetos a la prescripción; el artículo
168 del Decreto 1333 de 1986, que reza que estos bienes se deben usar para
vivienda, y el artículo 2° de la Ley 32 de 1929, que dice que sólo se podrán
destinar al beneficio de las clases pobres.
“Se debería crear una
ley que le otorgue a los alcaldes facultades para recuperar y desarrollar
terrenos baldíos y ejidales. Además, en la discusión de las 100 mil casas
gratuitas, se debería ordenar a los alcaldes actualizar su inventario de
tierras baldías y ejidales en manos de particulares, para que procedan a
recuperarlas”, concluyó.